El alto contenido de triptófano convierte al jamón en un gran aliado natural contra la depresión, según varios estudios. El jamón es, además de un indudable placer gastronómico, un alimento muy sano y que nos ayuda de forma natural a equilibrar varios valores nutricionales colaborando de forma eficaz en nuestro bienestar. Muchas dietas para reducir peso cuentan con él porque su valor calórico es muy reducido y nutricionalmente merece mucho la pena, ahora también nos puede ayudar como antidepresivo.
La calidad del jamón hará varias sus valores nutricionales, así que sus beneficios también. No todos los jamones saben igual, pues tampoco todos nos aportan lo mismo, por ejemplo un ibérico que un serrano. Evidentemente un jamón ibérico tiene los mayores aportes cardiosaludables.
Según organismos tan acreditados como la Fundación Española de Nutrición o la Asociación de Industrias de la carne de España (ANICE) sus aportes beneficiosos son incalculables.
- Fósforo
- Hierro
- Zinc
- Magnesio
- Selenio
- Vitamina B1
- Vitamina B2
- Vitamina B3
- Vitamina B6
- Alto contenido proteico
Por un lado, las proteínas y los aminoácidos esenciales que contiene el jamón son una fuente saludable de bienestar. También colabora a una dieta equilibrada, ya que son fundamentales el hierro, el fósforo y el ácido oleico que contiene el jamón, y que nos ayudan a tener un buen color y a alejar la anemia. Pero además, también posee aminoácidos que ayudan a regular la serotonina, y triptófano para ahuyentar las depresiones.
Antioxidantes que ayudan a nuestro sistema inmune y nuestro sistema cognitivo gracias al zinc, selenio, magnesio y el fósforo. De tal forma que una tapita de jamón nos puede ayudar a mejorar la concentración y la atención lectora, entre otras tareas.
