Estudiar, divertirse, dormir, leer, escuchar música… Su habitación es su mundo y cambia con su edad. Adolescentes efervescentes ¿cómo os gusta vuestro cuarto?
Almacenaje, versatilidad y comodidad son claves para un dormitorio juvenil. Todo tiene que poder cambiar conforme crece y cambia de gustos la persona que vive allí. Porque en un cuarto de un adolescente no sólo se va a dormir o estudiar.
Lo habitual es que un adolescente pase mucho tiempo en su habitación, tanto para estudiar, leer o dormir, como para opciones más ociosas como escuchar música, tocar un instrumento, ver la televisión, jugar a videojuegos, hablar por teléfono, consultar sus redes sociales o, por qué no, grabar vídeos cortos para nutrirlas.
Un gran espejo, cuadros o murales con fotos, mapas, vinilos, personajes… Grandes estanterías para almacenar objetos, recuerdos, libros, perfumes, cajitas… Las estanterías solemos encontrarlas en módulos que colocamos en función de nuestras necesidades. Hay soluciones en distintas medidas, colores, cerradas o a la vista, en baldas, cajoneras, etc.
Las estanterías no pueden faltar en una habitación juvenil, son además de una solución para colocar de forma ordenada los libros, archivadores, etc. Además, son una manera de ganar espacio en las paredes, aprovechando las zonas altas. Hay incluso quien aprovecha la parte de parte por encima de la puerta para colocar una balda o maletero cerrado.
La intención es aprovechar todo el espacio de un lugar donde hace falta espacio porque son imprescindibles muchas cosas a lo largo de todas las horas que un joven pasa en su cuarto.
Grandes alfombras o varias para delimitar espacios y para dar calidez y personalidad a la estancia. Por ejemplo, en la zona de la cama o del armario, para poder andar descalzos mientras nos probamos ropa o memorizamos el temario de estudio.
Debemos intentar salvar el máximo de amplitud y buscar dar sensación de estancia holgada y acogedora. La decoración de las paredes suele ser elegida por ellos y bastante más original que el resto de estancias de la vivienda, sin embargo, es importante recordar que no hay que saturar los espacios ni las paredes.
Los puntos de luz son muy interesantes para crear distintos ambientes y para utilizarlos en distintos momentos y necesidades. La iluminación integrada en candilejas en el techo, en los muebles o los pilares de la habitación transforman por completo el dormitorio y es una solución para una estancia donde se pasan muchas horas con ambiente lumínico tenue.
La comodidad de una silla ergonómica, un reposapiés y una mesa de estudio a una altura adecuada es fundamental para que los ratos de estudio sean saludables para la espalda. Sin olvidar que la luz natural es la mejor para cuidar nuestra vista.