EE.UU. ya los ha subido para luchar contra la inflación y anuncia otras seis subidas para este año. En Europa, Reino Unido sigue esta estela, y el BCE se ve presionado para frenar un contexto alcista que no ha sido ‘algo temporal’
Visto que la inflación no era algo tan pasajero, los bancos centrales barajan varias medidas en un terreno muy complicado en cuanto a demanda y precios, ya que la guerra en Ucrania los ha incrementado aún más.
En Europa tenemos una situación más sensible que en EE.UU., por un lado por la cercanía de la guerra y la dependencia energética del gas ruso. Y por otro lado por los datos de la inflación. En Alemania no tenía datos como los actuales desde 1974, y en España también tocamos máximos históricos que no veíamos desde 1985.
Además, Europa tampoco estaba todavía recuperada económicamente del batacazo de la pandemia, y nos vemos en situaciones como la de España, donde rozamos una inflación del 10%. El dinero cunde menos y los hogares se empobrecen poco a poco, porque con el mismo salario hacemos mucho menos.
Mientras la Reserva Federal norteamericana decide controlar la escalada de precios con una subida de los tipos de un 0,25%, situándose en el 0,5%, y estima que continúe la subida hasta alcanzar a finales del 2022 el 2%. Desde el Banco Central Europeo, Christine Lagarde, también prevé una inminente subida de los tipos de interés como medida ‘menos mala’ para acotar y frenar la imparable subida de precios generalizada. No es la única solución sobre la mesa, pero parece la insalvable por el momento.
Una medida extraordinaria en un contexto muy complejo. Incrementar de un plumazo medio punto cuando no se tocaban los tipos de interés desde 2018, no ha sido una decisión fácil para la Fed.
Con el objetivo último de estabilizar los precios y la inflación, el Comité de Mercados Abiertos del banco central de EEUU, ha anunciado no solo la medida ya en vigor, si no las previsiones de más encarecimientos del dinero. Así, el llamado ‘dot plot’ marcará una trayectoria de los tipos de interés, para este ejercicio muy lejos de donde arrancamos el año, tanto en previsiones como en datos tangibles. La trayectoria de los tipos de interés tiene un notable punto de inflexión con estas medidas, pero el contexto no deja muchas más opciones a los bancos centrales, que están resistiéndose a tomarlas.
¿Cómo afectará a nuestras hipotecas si suben los tipos de interés? Pues evidentemente es el principal indicador de los créditos hipotecarios y marcarán el futuro inmediato de las familias que adquieran una vivienda.
En este contexto inflacionista con encarecimiento generalizado de precios, un mismo importe nos da para menos en el supermercado y en la gasolinera. Pues con la subida de tipos de interés, lo mismo nos va a ocurrir en el banco; que nos presten la misma cantidad de dinero, nos va a salir algo más caro. Así es cómo afectan los tipos a las hipotecas. Los préstamos se encarecerán y los consumidores pagaremos más por lo mismo que hasta hace solo unos meses.
¿Por qué se suben los tipos de interés? Para mantener los precios lo más estables posibles, los bancos centrales velan por controlar y frenar la inflación o encarecimiento de los precios.
Las consecuencias habituales de las subidas de tipos de interés suelen incluir ralentizamiento del crecimiento de la economía y de la creación de empleo. Estos son los motivos por los que los bancos centrales se resisten a tomar esta medida.
Por otro lado, estas decisiones suelen fomentar el ahorro en las familias ya que la retribución del dinero en sus cuentas bancarias suele ser mayor. Justo en un momento en el que en España, tras la pandemia, el ahorro está en niveles muy elevados; en torno a unos 960.000 millones de euros según el Banco de España informó a comienzos de año.
Cada vez somos más escépticos en cuanto a la posibilidad de que el BCE pueda esperar hasta finales de 2022 para subir los tipos de interés, tal y como están valorando los mercados, y pensamos que es muy posible que los datos que se vayan conociendo obliguen al banco central a actuar antes del verano
Una vez pasada la incertidumbre del conflicto creemos que el BCE tendrá que actuar con rapidez para controlar la elevada inflación. Esto puede obligar al BCE a subir los tipos de interés más rápido de lo que el mercado espera en la segunda mitad de 2022, y sobre todo durante 2023.
Itsaso Apezteguia, economista de Ebury, para ‘eleconomista.es'