Autenticidad y naturalidad gracias al toque de cerámicas que se cuelan en jarrones, maceteros, vasijas o platos. Brillo y color mediterráneo o neutralidad escandinava. ¡Cerámica que marida con todo!
Es un elemento o material tradicional, no nos engañemos, pero cada vez está más de moda. La cerámica gana terreno en casi todos los estilos decorativos, no importa combinarla con clásico, con escandinavo, con minimalista, industrial, rústico, provenzal, mediterráneo, …
Mires dónde mires, hay piezas que siempre quedan bien, como un jarrón blanco o una escultura nude. Juegos de curvas y líneas rectas para sorprender y romper con el resto del espacio, por ejemplo.
Nuevas texturas, colores sorprendentes, acabados mate o brillo,… La cerámica se reinventa o se mantiene tradicional para contrastar con nuestras casas más modernas. Creatividad, originalidad, formas sorprendentes, son algunas de las innovadoras propuestas de firmas que apuestan por la cerámica de toda la vida en el interiorismo.
Vajillas con detalles cuidados con mimo, con inspiración clásica o incluso dibujos y siluetas mucho más vanguardistas que saltan del lienzo al plato. Menaje o jarrones es lo más habitual y no por ello menos recomendable.
Maceteros con mucha personalidad para grandes plantas verdes, o muy sencillos para otras plantas con vistosas flores.
Vasijas vintage con aspecto inacabado o hecho a mano, que aporta naturalidad y el punto de originalidad de la artesanía. A veces, incluso se potencian las imperfecciones, rayas, manchas naturales.
La simplicidad también es un valor al alza con conjuntos de bolas cerámicas absolutamente circulares y lisas sin nada que llame la atención, completamente perfectos.
En cuanto a los colores que son tendencia destacan principalmente dos propuestas, los neutros con todas sus combinaciones bien monocromas o contrastando beige con blanco, piedra con nude, por ejemplo. Y otra tendencia muy defendida son los toques de colores vivos como el verde, azul, ocre, naranjas,...