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Beneficios neurológicos de escribir a mano

Hay avances tecnológicos capaces de revolucionar y cambiar para siempre nuestro día a día. La digitalización es uno de ellos, porque escribir en los dispositivos electrónicos es lo más habitual, e incluso lo más práctico a la hora de tomar apuntes que luego necesitaremos posteriormente.

Desde la irrupción masiva de los ordenadores, tabletas, móviles inteligentes en nuestras vidas, tanto en la vertiente laboral como en la personal, hemos abandonado los bolígrafos, las libretas o para qué hablar de las agendas físicas en papel. Objetos casi envueltos en melancolía y nostalgia ya que son muy pocos los que los siguen utilizando ya.

Sin embargo, los expertos en neurología afirman de forma tajante en los grandes beneficios que conlleva la escritura ancestral a mano en nuestro cerebro. Escribir a mano logra activar regiones cerebrales cruciales para nuestro aprendizaje y nuestra memoria.

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Todos los estudiantes conocen prácticas mnemotécnicas o de memoria visual y para ello utilizan diferentes colores, esquemas, subrayadores… Precisamente en esa línea, las investigaciones neuronales corroboran que, para un desarrollo mayor y más completo de nuestro cerebro, escribir a mano es básico.

Hubo una época en la que digitalizar las aulas estaba de moda, las tabletas invadieron los pupitres y las pizarras digitales acabaron con las tizas y los rotuladores de los profesores. Aunque ese avance tecnológico está replegándose en muchos ámbitos escolares.

Neurólogos, neurocientíficos y psicopedagogos apuestan claramente por la vuelta a la escritura a mano frente a los teclados por muchos motivos:

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Escribir a mano requiere para el aprendiz un esfuerzo mucho mayor que aprender a teclear, desde el punto de vista neuronal. En nuestro cerebro, para escribir con un lápiz y un papel necesitamos crear una representación mental de las letras y esa inversión de esfuerzo y superación es como ir al gimnasio, a medio y largo plazo nos beneficia en nuestra salud y bienestar.
En la escritura manual no hay dos caracteres iguales y eso también ayuda a nuestra mente a interpretar, a reconocer y crear nuevas destrezas.
Hay varios estudios que han profundizado este sentido, por ejemplo, una publicación en la revista científica “Pychological Science” afirma que quienes toman apuntes a mano, logran un aprendizaje más profundo de cada concepto anotado, sin embargo, al hacerlo en el ordenador u otro dispositivo, desarrollan un recuerdo literal pero no transversal del concepto.
Además, en este sentido es habitual que una persona que apunta cosas a mano, sólo le de tiempo a anotar lo más importante con alguna flecha o indicativo que memoriza y es capaz de interpretar y comprender. Mientras que en un ordenador es mucho más literal, sin contexto ni interpretación.

escribir a mano para una mejor comprensión

Con un teclado logras escribir mucho más rápido, evidentemente, sin embargo, los investigadores neuronales afirman con rotundidad que las anotaciones manuales suelen ser mucho más útiles por todo lo que transmiten al autor cuando las relee.

En el caso de estudiantes o escolares, escribir a mano dentro de todos sus procesos de aprendizaje logra activar y potenciar áreas neuronales muy importantes y cruciales para que su memoria se potencie y su capacidad de aprender se desarrolle, se ejercite y mejore progresivamente.

Cuando algo se aprende de forma consciente y con contexto y comprensión, no se olvida. Los movimientos necesarios para escribir una palabra o una frase dejan en nuestro cerebro una huella motora que, posteriormente, nos ayudará a recordar con nitidez ese concepto, sus letras y sus palabras. Es lo que se denomina ‘grafomotricidad’ y es una herramienta muy útil para nuestra mente y el desarrollo de habilidades.
¿Qué es la grafomotricidad? Básicamente es el desarrollo beneficioso de la escritura en niños en proceso de aprender a escribir a mano. Ventajas como el fortalecimiento de su psicomotricidad fina en mano, brazo, muñeca, dedos… También la coordinación de ojo y mano, o en la destreza de realizar la llamada ‘pinza digital’, que en este caso hace referencia a la pinza entre los dedos, no digital por digitalización.
Escribir a mano es una práctica ancestral que, pese a ello, la tecnología no es capaz de superar con respecto a los beneficios que es capaz de aportarnos neuronalmente, activando regiones cerebrales fundamentales especialmente en las capacidades de memoria y aprendizaje. ¡Larga vida al lápiz y al papel!