Sencillez y naturalidad para dejar de ser un baño frío y convertirse en un espacio acogedor. Madera, fibras naturales, arcilla o barro y plantas vivas. Olvídate de aseos fríos sin apenas decoración. ¡Un baño de ensueño!
Los materiales naturales como la madera o el barro nos aportan una calidez insuperable por ningún otro elemento. Incluir este tipo de materias primas en un baño o aseo es, además de convertir un lugar hasta ahora frío y sin personalidad en un espacio atractivo y acogedor. Con este tipo de materiales, las estancias son capaces de transmitirnos calma, tranquilidad, paz, armonía y equilibrio.
Paredes con estanterías o listones de madera, si es posible, mejor sin colores lacados y que la tonalidad natural de la madera se pueda lucir. También taburetes, papeleras, baldas en maderas de tonos caramelo como el roble o el nogal mejor que otras más claras como el pino o el haya, ni tampoco es recomendable utilizar otras muy oscuras como el cerezo.
Además de la madera, las fibras naturales son un toque de sencillez y naturalidad que nos aportan calidez, que nos invitan a estar a gusto en ese escenario. Los tejidos de fibras naturales poseen una enorme versatilidad; alfombras, cestería, bandejas… incluso macramé y otras decoraciones de pared o colgantes.
Cualquier excusa es buena para incluir tela de lino tostada o beige, por ejemplo, tipo cortina para una ventana. Y por supuesto, en un baño hay unos textiles insalvables: toallas, albornoces, alfombras de baño…
Las tonalidades y texturas de las toallas han evolucionado enormemente, y más allá de las infalibles de rizo grueso hay también más finas, de lino, de efecto nido de abeja o waffle que además de aportar profundidad y textura, son muy agradables y útiles en su uso cotidiano.
La gama cromática, como los gustos, hay de todas las opciones, sin embargo, en un baño donde buscamos aportar calidez es preferible decantarse por colores neutros, tonos naturales… y aún mejor si todas las toallas son del mismo tono.
Otra opción, también muy buscada es conseguir el contraste gracias a estos textiles, es decir, aportar un toque de naranja teja, de amarillo plátano, incluso azules, lilas o rojizos. Con estos tonos logramos potenciar el contraste, dar más personalidad en su conjunto, y de paso, poder cambiar superficialmente tu baño de vez en cuando con varios juegos en varios tonos distintos. ¡Es divertido!
Hay algunas piezas decorativas que convierten tu baño en un lugar especial y único, por ejemplo, elementos de barro o de arcilla. Su color al natural y su textura imperfecta, como hecha a mano, son infalibles para dotar a nuestro espacio de esa naturalidad y originalidad de las manos artesanas.
También algunos elementos de cerámica pueden resultar muy singulares, por ejemplo, en el menaje de cepillos de dientes o jaboneras, y también en artículos únicamente decorativos en estanterías o similares.