Con el fin de año llegan tradicionalmente muchas citas familiares con cenas y comidas, regalos, amigos invisibles, decoración navideña especial, ropa y complementos para las ocasiones más señaladas… Es una época de compras en muchos sectores que debemos llevar a cabo con cabeza, tanto para cuidar el bolsillo como para proteger nuestro planeta.
Además, muchos expertos afirman que las tradiciones y costumbres se heredan e imitan en un alto porcentaje, así que todas las medidas que adoptemos durante estas semanas tan especiales, los más pequeños y los adolescentes las terminarán imitando dentro de unos años.
Es importante planificar, desde el detalle de llevar bolsas cuando salgamos de casa, un detalle que cuesta muy poco y significa mucho, a contener los regalos y buscar opciones útiles.
- Planificación de las compras, para evitar compra compulsiva innecesaria
- Diseñar las ideas de regalo, para elegir con mayor acierto
- Evitar grandes embalajes, por ejemplo, un lazo y/o cuerda evita el celofán
- Reutilizar bolsas y priorizar las textiles
- Comprar en pequeño comercio
- Priorizar productos de temporada y de cercanía
En nuestras cenas, comidas y meriendas navideñas, podemos priorizar alimentos propios del invierno en lugar de buscar fresas en el supermercado. Para sorprender a tus comensales tienes miles de opciones con setas silvestres, castañas, calabazas… Todos sabemos cuáles son los productos típicos de nuestra zona, y son esos, los productos de cercanía los que suelen ser más saludables, más económicos y más respetuosos con el planeta. Si una piña recorre miles de kilómetros en avión o barco desde Costa Rica hasta España, no parece el postre más recomendable.
Para realizar esas compras, igual que te reservas un rato de una mañana o una tarde, lleva contigo bolsas para evitar el gasto innecesario de nuevas bolsas de plásticos. Además de llevar las tuyas para reutilizarlas, si es posible, utiliza las de textil que servirán muchas más veces. Es un simple gesto que durante todo el año podemos tener en cuenta, pero más aún si cabe durante las fechas en las que hacemos quizá más compras. Es un detalle, pero se realiza muchas veces, por lo que al final sí cuenta para proteger nuestro Medio Ambiente y ser mucho más sostenibles en nuestro día a día.
Por supuesto, todos conocemos los efectos del marketing en los lineales comerciales, y si comprar con niños suele ser sinónimo de compras innecesarias o pataletas, también para nosotros la compra compulsiva está acechando cuando no tenemos planificados los regalos o el menú navideño. Es fundamental tener planificadas las necesidades, o terminaremos adquiriendo varias opciones de postre, tres tipos de panes… Y en el caso de los regalos, seguramente compraremos las opciones que no teníamos nada claras.
Hay elementos que cada año están en fechas más tempranas a la vista, como la decoración navideña o los dulces típicos. El peligro de ver lo mazapanes y los adornos navideños tan pronto es sin duda que no recordemos si tenemos este tipo de bolas o angelitos similares en casa en nuestras cajas de decoración de Navidad, y compremos otros nuevos. O que cuando llegue diciembre tengamos ya varias cajas de dulces típicos que probablemente no consumiremos.
Cada año, con la llegada del ‘Black Friday’, ‘Ciber Monday’ y la Navidad, miles de organizaciones nos dan este tipo de pautas y recomendaciones para evitar errores de otras navidades. Toma nota, y no sucumbas a la fiebre de la Navidad, más que lo que desees. ¡Felices fiestas!