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Menos ahorro, menos hipotecas y más gasto en ocio

Los jóvenes españoles gastan en bares y ocio el doble de lo que ha subido la vida con la inflación. Gastan más de lo que ingresan, y sin ahorro, tienen que renunciar a una vivienda o una hipoteca.

Tanto el número de hipotecas como su importe se ha visto reducido en los últimos meses, tanto es así que, de media, hemos pasado de préstamos hipotecarios de casi 170.000, a poco más de 140.000 euros, y se han concedido casi una quinta parte menos que en el mismo período de 2022.

Aunque hay un momento clave, la guerra en Ucrania estalló a finales de febrero y desde ahí progresivamente comenzó la escalada de incremento de precios desde energéticos al resto de productos y sectores. Poco después comenzaron las subidas de tipos de interés, y esto determina que el primer semestre de 2022 no sufriera tanto el impacto de la inflación como en el segundo trimestre o durante este 2023.

‘Permacrisis’ fue la palabra del año 22 según el diccionario Collins, y se refiere a un largo espacio de tiempo dominado por ‘inestabilidad e inseguridad’ motivado por ‘eventos catastróficos’. Así lo recoge el periódico ‘El Mundo’ en un artículo sobre los gastos principales de las generaciones de jóvenes españoles.

más gasto en ocio

La pandemia sanitaria, la crisis de 2008, y ahora la crisis inflacionista actual, son puntos de inflexión que han alterado los planes de muchos jóvenes, que quizá vieron en generaciones precedentes trabajos estables, viviendas en propiedad, planes de futuro o de pensiones, y, sin embargo, ven con ojos dudosos su futuro e incluso su presente, motivando el ‘carpe diem’.

Los jóvenes españoles gastan en bares, restauración, viajes de bajo coste, ropa barata y otros servicios de ocio, el doble de lo que ha subido la inflación y el IPC en los últimos meses desde que estallara la Guerra en Ucrania. Todo, según los datos del profesor de Cátedra IESE, José Luis Nueno, en su libro “Todo es terrible, pero yo estoy bien”.

CUADRO DE DATOS EL MUNDO

La idiosincrasia de este segmento de nuestra sociedad sabe, sin duda, disfrutar de la vida, le gusta viajar, la cultura,… sin embargo su inserción en el mercado laboral ha llegado en un momento complicado por el contexto económico, y ante esa incertidumbre han decidido que hipotecarse no era una opción a su alcance, directamente la han desestimado dedicando, probablemente en su lugar, un importante porcentaje de su presupuesto al ocio o los gastos ‘frívolos’.

De 2022 a 2023 se ven un importante incremento del presupuesto dedicado, por ejemplo, a vuelos y alquiler de coches casi un 29%, o a ropa y calzado, más de un 10%. Datos muy elevados para gastos que, efectivamente, no tienen ningún retorno.

¿Por qué los jóvenes no ahorran ni invierten en su futuro?

"Podría ser su pesimismo ante las escasas posibilidades de independizarse, de crear su propio hogar o formar familias. Y, sin proyectos a largo plazo que puedan requerir ahorro, destinan su presupuesto a gastos más asequibles". Es una de las hipótesis de Nueno en su libro, y probablemente porque ven muy lejos su independencia económica o emancipación, destinan su presupuesto a otros ‘caprichos’.

Pero, ¿por qué se gastan más de lo que ingresas y no lo hacen en inversiones de futuro? Lo cierto es que su perspectiva es pesimista, pero su forma de vida es todo lo contrario, de hecho, según los datos, crece incluso el gasto en servicios premium:
- Un 35% gasta más en ocio, cultura y viajes
- Un 16% consume más productos premium o gourmet
- Un 61% consume igual o más en restaurantes que en 2022
La visión del mercado laboral de nuestros jóvenes ha cambiado mucho en poco tiempo, la mayoría ya no aspiran como hicieron sus padres a jubilarse en su actual empresa. Crecer en tiempos de crisis te forja, pero también te puede anestesiar ante la frustración.

gasto de los consumidores jóvenes
Fuente: El Mundo

Si otras generaciones se formaban como garantía de un mejor empleo y una mejor calidad de vida, hoy esa máxima se ha deteriorado mucho. Los jóvenes ya no creen que comprar una casa es una inversión de vida y que formar una familia no debe esperar a los 40 años. Sin embargo, la manera de disfrutar y vivir parece sufrir cierto síndrome de ‘Peter Pan’ y son mayoría los que, en lugar de ahorrar y buscar la mejor financiación, consumen hoy sin pensar en el mañana.
Los jóvenes españoles mientras pierden capacidad económica, gastan más en ocio, una paradoja que solo se entiende sabiendo que son los ‘caprichos asumibles’ por su sensible o insegura situación financiera.
Ante la falta de seguridad y de estabilidad económica, lo lógico es ahorrar, sin embargo, esta generación retrasa una inversión familiar clave; la compra de vivienda. Y según algunos analistas, esta decisión conllevará consecuencias imprevisibles para nuestra sociedad dentro de poco.