La iluminación de tus exteriores cuando cae el sol es fundamental para la seguridad, la comodidad, pero también para impregnar todo tu hogar de un estilo y elegancia indiscutible. ¡Focos y apliques que transformarán toda tu casa!
La iluminación es clave en cualquier tipo de decoración, y por muy estilosa que sea tu casa, tus muebles, o tus textiles, si están mal iluminados, ni se lucen en todo su esplendor, ni quedan bonitos.
En las zonas exteriores de tu casa como tu terraza, jardín, parcela trasera o balcón, la iluminación integrada en paredes, muros, suelos o techos será fundamental para el resto de la decoración, y viceversa. Si, por el contrario, no dispones de iluminación integrada en tus paredes, suelos o techos de las zonas de exterior de tu casa, tendrás que buscar alternativas para aportar luz a tus espacios. Es necesario crear ambientes acogedores pero también seguros, porque una zona mal iluminada en el jardín puede ser un peligro de caídas, por ejemplo.
Equilibrar la cantidad de luz y su calidez hará espacios más estilosos y elegantes. No podemos colocar un gran foco de luz blanca en un jardín, puede resultar contraproducente y lograr precisamente los efectos que no buscamos. Los excesos lumínicos son fatales desde el punto de vista del interiorismo, desequilibran los ambientes y rompen por completo la magia nocturna, y por el contrario, la falta de luz o un ambiente demasiado tenue puede provocar tropiezos o incomodidades.
El truco es combinar diversos tipos de iluminación como lámparas cenitales para dar luz a una mesa y sus comensales, a puntos de luz de sobremesa en muebles auxiliares o estanterías, y apliques en zonas de paso en paredes o suelos.
El arte de la iluminación cada día está más de moda y se tiene más en cuenta, porque somos conscientes de la importancia de iluminar bien incluso una terraza vacía, que se llenará de magia sólo por la luz. El uso de la iluminación es una técnica capaz de lograr, sin grandes desembolsos de dinero, que los espacios abiertos se conviertan directamente en zonas llenas de encanto y muy prácticas.
Balizas en el jardín, lámparas portátiles o sobremuro, plafones encofrados en techos o paredes de piscinas para crear espacios completamente distintos para sacarles el mayor partido a todas las zonas exteriores, especialmente ahora en primavera y verano.
Las soluciones automatizadas como los sistemas domóticos que tienen detectores de movimiento y se encienden al paso de personas, son una opción eficiente muy buscada. También existen temporizadores que encienden las luces a determinada hora y las apagan a otra según las preferencias de sus propietarios. Así por ejemplo las luces de la piscina pueden encenderse cuando atardece y disfrutarlas hasta medianoche sin necesidad de estar pendientes de encenderlas o apagarlas.
Las guirnaldas están de moda, pero también pueden resultar poco beneficiosas para el resto del conjunto decorativo. Es decir, hay zonas donde nos acompaña y complementa una zona muy vacía de elementos como una pared o un muro, pero siempre en su justa dosis evitando por ejemplo varias paredes o más de un espacio decorado con una guirnalda de luces. Preferiblemente guirnaldas en un color cálido y natural es el más versátil.
Paradójicamente, en exteriores buscamos materiales sencillos y resistentes, priorizando su efecto de luz y su colocación. Un aplique minimalista en color acero es una opción versátil e idónea para casi cualquier exterior, incluso para los decorados en ambiente rústico o campestre. Las fibras naturales o los materiales como madera, bambú o cuerda, son idóneos para pies de lámparas o para pantallas, sin embargo, su aporte de luz debe ser determinante para que nos aporten verdadero confort en las horas sin iluminación natural.
