El Banco de España augura que el sector inmobiliario mantendrá sus precios, como hasta ahora, mostrando una gran fortaleza y una demanda estable. La falta de inmuebles, la solvencia de los compradores y los elevados costes de los materiales, motivan que la oferta de vivienda no baje precios.
La subida de tipos de interés en Europa, incremento que no se ha producido sin embargo en los Estados Unidos, podría conllevar una contención en la firma de compraventas. Un contexto que el Banco de España estima que no afectará a los precios, porque, aunque se firmarán menos ventas de viviendas, la oferta de inmuebles y el coste de éstos es tan singular que mantendrá la fortaleza y estabilidad que han demostrado los precios del sector inmobiliario en España.
Es la contundente resolución del órgano supervisor bancario, que ve muy escaso y mínimo el margen en la bajada de los precios de la vivienda en España, dada la escasez de casas disponibles y el elevado coste de la construcción de la obra nueva.
En este contexto inflacionista que nos mantiene inmersos en un ecosistema de precios al alza o con los precios más elevados que recordamos en los últimos tiempos, el Banco de España lo ve muy claro. Hay condicionantes que pesan mucho más que la bajada en el número de operaciones de compra-venta, como el porcentaje de compradores con mayor poder adquisitivo que mantienen el dinamismo del mercado pese al endurecimiento de las condiciones de la financiación.
Los precios “muestran una cierta resistencia a la baja”, es decir, literalmente el Banco de España dice que, pese a todo, ni bajan ni tienen síntomas de ir a hacerlo a corto ni medio plazo. Y los argumentos que avalan esta conclusión son contundentes.
Compradores con elevado poder adquisitivo
Los demandantes de vivienda en nuestro país están mostrando un poder adquisitivo alto, por lo esos bolsillos con rentas medias y altas no necesitan en muchos casos financiación, ya que su patrimonio es solvente. Este perfil escapa a los vaivenes y las últimas subidas de las hipotecas, los préstamos y los tipos de interés del dinero que prestan los bancos.
Parece sencillo, pero el porcentaje de compradores que es ajeno al encarecimiento del dinero de los préstamos hipotecarios es tan amplio como para hacer que el mercado inmobiliario no se mueva ni siquiera en un contexto inflacionista como el actual.
Escasez de vivienda nueva
La oferta continúa contenida ya que el elevado coste de los materiales de construcción merma beneficios y ajusta los márgenes hasta el punto de que las empresas y promotoras de viviendas no quieren construir casas nuevas.
Si no hay casas a la venta, su precio sube o no baja, depende del ecosistema puntual en el que nos encontremos en el mercado inmobiliario. La ley de oferta y demanda marca los precios.
