El gobierno británico prevé obligar en cada vivienda de nueva construcción a que disponga de su propio punto de recarga eléctrico. Es la férrea medida que prevé poner en marcha el ejecutivo de Boris Johnson para fomentar la movilidad eléctrica en su país.
Es una de las iniciativas para dar el acelerón definitivo al coche eléctrico que lleva años ‘arrancando’ sin terminar de implantarse mayoritariamente como opción en las familias británicas. El apoyo que supondrá esta implantación será vital para el despegue de la movilidad eléctrica, que sin la intervención de normas y leyes en su favor, seguirán implantándose a un ritmo muy lento en toda Europa.
Así no solo aquellas familias con vehículo eléctrico tendrán su punto de carga en casa, si no que en aquellas casas de las familias que todavía tienen vehículos de combustión de carburantes fósiles, también en sus casas pueden recargarse los turismos de visitas, familiares y amigos. Ampliando la red de puntos de carga se hará mucho más fácil para los usuarios de coche 100% eléctrico su uso.
En la actualidad uno de los hándicap para los vehículos 100% eléctricos es precisamente que la red de puntos de carga no sea más amplia y esté presente en puntos más dispersos del centro de las grandes ciudades o principales carreteras y autopistas.
El gobierno inglés también prevé y estudia que las horas de carga de energía eléctrica sea en los tramos de menos demanda para ampliar la eficiencia energética en este uso concreto. Así se están barajando varias opciones que dejarían estos puntos de carga ‘aparcados’ durante las horas de mayor demanda de energía eléctrica. En cualquier caso y con estos matices, la noticia es muy esperanzadora con el sector y con el futuro sostenible de nuestro planeta.
