Las hornacinas decorativas son tendencia en interiorismo por su gran versatilidad. Almacenaje, decoración y estilo a tu manera. Personaliza cualquier estancia y, además, ¡gana espacio!
Sacar el mayor partido a nuestra vivienda es el objetivo y para eso los profesionales del interiorismo son los mejores expertos. Quizá por eso se han puesto tan de moda las hornacinas, es decir, ese espacio que le ‘ganamos’ a la pared y que nos sirve de balda, rinconera o estantería.
Las hornacinas decorativas dan profundidad y volumen a todos los espacios, además si en ella colocamos una pieza escultórica, unas flores, unos libros, o cualquier detalle, provocará aún un mayor contraste y personalidad.
Desde hace años, muchos compradores de viviendas personalizadas y muchos arquitectos o diseñadores de interiorismo, apostaron por las hornacinas en los baños, especialmente en las zonas de ducha y baño para almacenaje y comodidad para apoyar y guardar nuestros botes de aseo como gel, champú, etc. ¡Qué gran acierto!
Las hornacinas de obra en un baño son la mejor solución de almacenaje, confort, seguridad, limpieza y, por supuesto, estilo.
¿Hornacinas sólo en el baño? ¡Hornacinas en salones y cocinas!
Una hornacina es un elemento decorativo y funcional más acertado para cualquier estilo decorativo y estilo de vida. A todos les viene bien, y a todos los mejora.
No todas las paredes sirven para ejecutar una hornacina, porque arquitectónicamente hay paredes que ocultan un pilar de carga, o una bajante de aguas, o instalaciones eléctricas que a simple vista están ocultas, pero necesitan su espacio. Por eso es fundamental realizar el diseño y el estudio de la mano de personal autorizado y profesional.
Para provocar más amplitud e incluso una gran profundidad, el interior de la hornacina puede aparecer de otro color distinto al resto de la pared, o con papel pintado distinto para que contraste mucho más.
En una entrada o distribuidor, aunque su funcionalidad pase a un segundo plano, sólo por su estética merece mucho la pena, idear una pequeña hornacina, por ejemplo, para ganar espacio con un pequeño espejo en su interior.
Las hornacinas que únicamente son decorativas, pueden tener bordes redondeados o iluminación, para que su estilo sea más notorio y elegante.
Si nos decidimos por integrar una hornacina en nuestra cocina, igualmente las posibilidades son muchas y aquí, además, sumamos practicidad y orden. Dentro de ellas se pueden colocar objetos para que todo tenga su sitio y su organización.
Échale imaginación y coloca un frutero con piezas frescas, o por qué no, una pequeña plantita con flores, un reloj de cocina,… Y si tu hornacina es amplia aprovecha para situar en ella pequeños electrodomésticos como un tostador o cafetera, botes bonitos de cristal para guardar alimentos, por ejemplo.
En otras estancias como un dormitorio, puedes sustituir incluso una mesita de noche si haces una hornacina en un lugar accesible desde la cama, tanto en el dormitorio principal como en uno juvenil o infantil.
También en un despacho puede ser una excelente opción de orden y almacenamiento, por ejemplo, para libros o archivadores en alto, a la vista pero siempre ordenados.