¿Es el fin de los neutros? Color intenso que arrasa, para lograr un estilo con mucha personalidad y fuerza. Intensidad y eclecticismo para imprimir carácter y huir de la calma y la relajación.
La decoración tiene poderes mágicos para aportarnos calma y tranquilidad, vitalidad y alegría… Desde hace años los diseñadores de interiores estudian los espacios precisamente para armonizar la decoración y aprovechar las sensaciones que nos transmite.
Los ambientes tranquilizadores e incluso ‘sedantes’ son tendencia desde hace años; colores neutros, líneas suaves, materiales naturales… Sin embargo, una tendencia radicalmente opuesta se abre paso con mucha fuerza.
Colores intensos y llenos de arrojo en textiles, muebles, decoración… Modernismo y eclecticismo llenos de energía cromática. El color es el protagonista indiscutible en esta revisión de estilos en casa.
Rojos, burdeos, naranjas, amarillos… Abraza la fuerza del color intenso dejando de lado la neutralidad y suavidad pastel. La monocromía se agota como moda y aparecen los contrastes fuertes.
También el número de piezas que con la decoración neutra y relajada se acercaba al minimalismo, ahora se recarga y llena espacios que estaban vacíos en estanterías, aparadores, mesas, incluso se duplican los cojines. No importa que las piezas tengan una gran personalidad y estén cerca o incluso juntas. Tampoco hay que combinar lisos y estampados, ni cuadros y rayas deben estar alejados… Arriesgar aquí es acertar.
Paredes con tonos intensos y decoración también con otros colores arriesgados, no hace falta compensar, todo tiene cabida en estancias vibrantes. Cuadros de gran tamaño con mucho colorido y tonos oscuros y arriesgados. Incluso pinturas de contenido étnico combinados en espacios con otros estilos decorativos. De aquí el eclecticismo suma puntos y crea tendencias paralelas.
Nada es superfluo, todo tiene cabida si tiene temperamento y suma para lucir una vivienda llena de estilo propio. Alfombras estampadas en espacios con cojines y cortinas con otros estampados distintos, con cuadros de gran colorido que rozan los estilos industrial, neoyorkino, modernista o Warhol junto a jarrones con formas sinuosas y curvas llenos de color.
Plumas, cordones, pompones, flecos…. Lacados, metales, terciopelo y tejidos gruesos. Esta nueva tendencia decorativa se vale de acabados nada sutiles, de materiales opacos, con color intenso y homogéneo que se aleja de los acabados naturales, artesanales o con desperfectos propios de la naturaleza.
