El 15 de abril se estrena una comedia sobre las tablas de la Sala Cervantes para dejar volar la imaginación “cuando uno camina por las calles del Barrio de las Letras en Madrid, es habitual fantasear con que puede cruzarse en una esquina don Lope de Vega, o toparse con don Francisco de Quevedo saliendo de una tasca”
La primavera inunda Madrid Río y en el Corral Cervantes la sangre también se altera con el estreno absoluto por primera vez sobre unas tablas, de la obra musical, ‘La canción del viejo mundo’.
La música sorprende como hilo conductor de una obra muy completa con teatro, poesía y musical sobre el escenario. Gracias a la Fundación Siglo de Oro, estreno absoluto con risas aseguradas, “cuando uno camina por cualquiera de las calles del Barrio de las Letras en Madrid, es habitual fantasear con que puede cruzarse en una esquina con don Lope de Vega, o toparse con don Francisco de Quevedo saliendo de una tasca.”
“Es tal el peso de la herencia de aquella generación, que uno siente que su huella está aún presente en las aceras de la ciudad y, por supuesto, en las obras de muchos de los artistas que les han precedido.”
“Cuando uno conoce con más profundidad cómo era en realidad una representación en el Madrid del siglo XVI, descubre que no distan tanto, por la cercanía, la interacción y la proximidad, con un concierto de pequeño formato en las salas en las que solemos actuar en el circuito de cantautores. Esa necesidad de conexión inmediata con la audiencia y nuestra consciencia como trovadores de ser cronistas de la sociedad y del tiempo que nos toca vivir, nos identifica totalmente con los autores de esa brillante generación.”
“Lo que la obra plantea es, en primer lugar, un acto de amor al oficio del arte y de la interpretación, y, en segundo lugar, un mágico juego de espejos entre dos mundos aparentemente opuestos, pero que quizás no lo son tanto.”
“Al final, el único juez legitimado para dictaminar qué ha sucedido en realidad será el ser que ambas generaciones más importancia han otorgado siempre, el espectador.” Así de contundentes son los creadores de este espectáculo, Rafa Pons y Luis Ramiro.