Vivir en el campo es el sueño de muchos urbanitas, y esa casa ansiada y soñada es espaciosa, funcional, fresca y liviana de decoración. Combinación básica: pocos muebles, en líneas rectas y todos en madera, y el blanco dominando tapicerías y decoración. En todos los ambientes se busca la desconexión.
Estancias con grandes muebles, decoración muy práctica y con un toque artesanal o rústico. La decoración es muy diferente a la primera vivienda, aquí evadirnos y relajarnos es el objetivo.
Muebles de líneas sencillas y rectas, normalmente en madera. La decoración es ligera, aportando amplitud y frescura, nada recargada. Pocas combinaciones, se elige una única pieza por espacio.
Combinación básica en una casa de campo: la luminosidad del blanco para la decoración, tapicerías, sofás, cuadros,… y mientras los muebles en madera para dar calidez. Las tonalidades de blancos recorren un amplio abanico en opciones suaves, neutras y claras. La madera también aparece en tonos naturales como el roble, haya o pino, en sus versiones más claras.
Las vigas de madera en los techos se dejan a la vista, los techos son más elevados que en otro tipo de viviendas. Y en las ventanas encontramos postigos y contraventanas también en madera natural.
Las fibras naturales tienen una gran presencia en sus colores originales en lámparas, cestas, alfombras, decoración y muebles auxiliares. A veces se combinan con forja oscura y las paredes casi siempre suelen ser blancas con pocos objetos en ellas.
Sofás de dimensiones más amplias al igual que los muebles y que los espejos, que además aportan mayor sensación de amplitud.
Aparecen toques provenzales en la cocina, rústicos en los exteriores, entrada o salón, vintage en los dormitorios,… La mezcla de estilos en las casas de campo está permitida.
Maceteros con cestas de materiales naturales, y muchas plantas en tonos verdes en diversos tamaños y alturas, incluso colgantes. La conexión con la naturaleza en casas con un entorno alejado de los grandes núcleos urbanos es inevitable, pero además la potenciamos con vegetación natural, que conquista espacios de paso, exteriores,…
Las cortinas en todas las estancias de la casa son livianas y blancas normalmente, ya están las contraventanas para proteger del calor. En estas casas es habitual tener las ventanas abiertas cuando el sol no está muy agresivo.
Un toque distintivo es pintar elementos estructurales como la parte superior de las ventanas o incluso puertas, por ejemplo con motivos flores que potencian esa conexión con el entorno.
En las zonas exteriores los porches y zonas sombreadas se cuidan mucho, ya que se pasa mucho tiempo en ellas. Es la zona de relajación, nuestro oasis al aire libre. Tranquilidad rodeada de plantas naturales, cojines blancos en diversos tamaños, bancos de madera, jarrones de cristal con flores naturales a la vista, y vestimos las mesas con alegres vajillas estampadas de muchos colores.