El 80% de los españoles preferimos comprar productos sostenibles, pero casi el 70% no los sabemos identificar en las tiendas. Los etiquetados tienen parte de culpa, pero también las normativas que no exigen la suficiente transparencia en la huella de carbono y el impacto ambiental de cada producto. Es lo más común entre los españoles según un estudio de Amazon que afirma que un 68% de la población española no sabe qué productos son realmente sostenibles cuando van a escoger un producto u otro. Mismo porcentaje que pide que las etiquetas sean más claras y sencillas para entender su composición e impacto.
Sólo el 18% de los consumidores españoles encuestados afirma entender las etiquetas y saber qué productos son más sostenibles cuando los van a adquirir. De hecho, más de la mitad reconoce que en alguna ocasión han dejado un producto sin comprar ante la duda de sus características.
Los españoles más preocupados por el impacto ambiental de los artículos que compran son los más jóvenes, de la franja de entre 18 y de 14 años encontramos un 54%, mientras que sólo un 29% tiene concienciación en este sentido en el segmento de entre 55 y 64 años.
La confianza en las marcas, las cadenas de suministro o las etiquetas es fundamental, por eso muchos consumidores, más del 70%, afirman que las certificaciones de sostenibilidad de los productos son determinantes para adquirirlos.
¿Qué impactos medioambientales importan más a los españoles?
- 37% Bienestar animal
- 27% Envases con materiales reciclados
- 27% Químicos y tóxicos usados en la fabricación
- 25% Materiales respetuosos
¿Qué productos valoramos más si son sostenibles?
- 55% Textil
- 48% Limpieza
- 44% Alimentación
- 31% Electrónica
- 25% Juguetería
- 23% Hogar
En los últimos años un amplio porcentaje de las marcas de diversos sectores se han volcado en mostrar su preocupación por el Medio Ambiente con medidas y soluciones sostenibles, como las nuevas líneas de algodón ecológico y sostenibles de las grandes cadenas de ropa, o sus recogidas de ropa usada para demostrar su preocupación y sus propuestas de economía circular. La reputación de las marcas tiene que adaptarse irrevocablemente a una sociedad cada vez más preocupada por el cambio climático.
