Setenta millones de euros por un JPG, sí por un archivo de una imagen que se ha subastado, se ha pagado esa millonada. Nuestro día a día ha evolucionado, la innovación avanza a ojos vista en nuestro trabajo, hogar y ocio. No vemos la televisión como antes, no trabajamos con las mismas herramientas, en poco tiempo se ha acelerado nuestra digitalización, los soportes y canales cotidianos, y el arte no ha sido ajeno a esos cambios.
El salto del realismo al arte abstracto fue criticado y ridiculizado por muchos, pero la evolución era irrefrenable. Algo similar deben sentir los ‘nuevos artistas’ cuyo lienzo ya no está en blanco, ahora es una pantalla. Píxeles y píxeles por acoger las órdenes del artista, y donde sí existe la opción de ‘deshacer’, probar, experimentar y rehacer.
Las opiniones son muy polémicas sobre esta subasta histórica del primer archivo digital que ha roto techos y que supone abrir la puerta a un mundo artísticamente por explorar, los archivos y las imágenes digitales.
Pero este hecho no es flor de un día, ni el capricho de un excéntrico que además ha donado la obra por la que ha pagado 70 millones de euros a un museo digital. El hecho de que existan museos digitales, al contrario, apoya a esos visionarios que lanzaron la primera subasta digital.
En Galicia ya existe el primer museo 100% virtual de toda España. Así que nuestro país no se queda atrás en lo que la opinión generalizada es que es una evolución natural del mundo en el que vivimos rodeados de archivos digitales.
El visitante de este novedoso museo puede acceder a él desde donde quiera y vivirá una experiencia inmersiva de todas las propuestas artísticas.