La Guardia Civil advierte a los montañeros el especial peligro que este verano supone acercarse al glaciar del Pico Aneto en el Pirineo de Huesca ya que las altas temperaturas han derretido gran parte de su espacio dejando aflorar el hielo fósil, ese hielo duro y persistente que normalmente está cubierto por otro más volátil.
Para los crampones y demás equipación de los montañeros, este hielo duro es muy peligroso y complicado, de ahí que los responsables de la Guardia Civil de Montaña de Huesca adviertan de la situación y advierta a los excursionistas que tengan planificado pasar por esa zona, que intenten evitar las zonas bajas del glaciar del Aneto y que sean muy precavidos.
Como consecuencia de este deshielo, los barrancos del prepirineo como en la sierra y el parque natural de Guara, han elevado notablemente su caudal, y esto también puede ser peligroso para aquellas personas que vayan a realizar deportes de aventura como el descenso de barrancos y similares.
El calentamiento global está provocando la desaparición de glaciares y la reducción de otros. En el caso del Aneto, el hielo fósil se ha quedado a la vista mucho antes que otros años, precisamente como ya ocurrió el verano pasado en 2022. Por lo que podríamos hablar de una tendencia en lugar de una circunstancia puntual.
Una tendencia y un ejemplo muy tangible de la situación del planeta y el cambio climático que sólo sufrimos en España. En Argentina, el glaciar Vestisquero Negro ha ido reduciéndose hasta finalmente desaparecer y dejar a la vista un nuevo lago en Bariloche que no deja de extenderse, crecer y que ya supera los 70 metros de profundo.
Este tipo de cambios en los glaciares conlleva un cambio en los ecosistemas de todo el entorno, ya que tanto flora como fauna tienen que aclimatarse a nuevas condiciones y eso, en muchas ocasiones, supone la desaparición de unas especies y la aparición de otras, normalmente plagas. El derretimiento de los glaciares y su reducción es un grave trastorno para toda la zona.
