Alejar a los niños de las pantallas es un ingente reto para muchos padres y madres, que ven cómo sus hijos se quedan ‘zombis’ ante los juguetes digitales o la televisión. Sin embargo, si las pantallas no están encendidas y ofreces a los peques juguetes tradicionales, su respuesta suele ser muy positiva: jugar.
Los juguetes de madera no solo son una de las opciones más sostenibles, es fomentar la imaginación del niño de forma autónoma, sin luces, ni canciones, ni instrucciones. El mismo juguete, en manos de diferentes niños, disfrutará juegos distintos y vivirá muchas historias pero ninguna igual. El método Montessori, tan conocido por dar autonomía al niño para hacer labores cotidianas en casa, también es una opción en los juguetes. Los juguetes de siempre, de toda la vida, los de madera o las muñecas de trapo, son la opción básica de un instrumento que solo busca que despegue la imaginación y la creatividad de nuestro pequeño.
Hay miles de opciones de juguetes desde muy sencillos a los más elaborados. En cualquier caso, incluso desde el punto de vista de la salud, las maderas aunque estén tratadas siempre tendrán menos tóxicos que otros materiales que se usan en la elaboración de los juguetes.
Los juguetes educativos y que ayuden a la formación de los niños son cada vez más en madera, es una tremenda tendencia que nos proponen desde jugueterías pequeñas de barrio con fabricación artesana, a las grandes multinacionales jugueteras y las cadenas de distribución. Si hace unos años, las opciones de juguetes de madera estaban económicamente por encima de la media, hoy el mercado ha abierto el abanico a todos los precios y encontramos una amplia variedad para todas las edades, gustos y bolsillos.
