Hasta diez años antes se podrían diagnosticar enfermedades o demencias como el Alzheimer sirviéndose de la inteligencia artificial.
De las muchas aplicaciones que poco a poco van desarrollándose gracias al uso de la inteligencia artificial, la salud es uno de los muchos campos donde se atisba un horizonte muy esperanzador.
Los investigadores en materia de neurología van a poder disponer de un banco de imágenes y escáneres cerebrales de más de un millón y medio de escoceses recopiladas durante una década para establecer criterios y denominadores comunes en enfermedades degenerativas como el Alzheimer.
El objetivo es crear una herramienta digital para prevenir y diagnosticar de manera precoz este tipo de demencias, y para ello se van a examinar cientos de miles de escáneres cerebrales. Predecir así el riesgo de padecer demencias concretas ayuda a la prevención y a incorporar tratamientos y hábitos de vida que palien sus efectos y retrasan sus síntomas.
Por el momento la investigación se está desarrollando principalmente en Escocia, de la mano de la Universidad de Edimburgo y la de Dundee, con un equipo de una veintena de científicos integrados en el llamado ‘Proyecto NEURii’.
Básicamente se trata de analizar casos reales con técnicas de inteligencia artificial y un aprendizaje automático, para lograr diagnósticos tempranos y muy precisos en la atención clínica de los pacientes. Así, se integran herramientas de software que aportan los datos útiles para la investigación neurológica.
Este proyecto revolucionario está en pleno desarrollo para que los radiólogos puedan aprovechar su lectura y predicción, con la esperanza de poder beneficiarse muy pronto de él. Pero además, este tipo de herramientas puede ser la puerta a más investigaciones para obtener otras adaptadas a la detección de más enfermedades.