Los tasadores afirman que el precio de las casas en España seguirá, al menos cuatro años más, subiendo por encima del IPC. Aún estando lejos de los récords de 2008, el contexto señala que los precios no van a frenar en varios años.
Todos los expertos hablan de miles de viviendas para equilibrar la demanda existente y que se sumará a la que va generando, entre 300.000 y medio millón al año en España. Y, ni siquiera la bajada de tipos de interés o la subida del IPC en los salarios, va a lograr paliar la inevitable subida de los precios de las casas en nuestro país.
En el último año el precio de la vivienda ha subido casi un 8% (un 7,8%) que en el acumulado suma diez años al alza. Y, al menos en los próximos cuatro años, según los tasadores y concretamente un estudio de UVE Valoraciones, los inmuebles en España se seguirán encareciendo aún más.
La subida de precios que se asegura durante (al menos) los próximos cuatro años sería superior al Índice de Precios al Consumo (IPC), incluso los tasadores afirman: “…este incremento será notable debido a un desequilibrio entre oferta y demanda.”
En España faltan viviendas nuevas:
- Banco de España: 500.000 viviendas anuales
- Tasadores: 300.000 viviendas anuales
Hoy en día en España se están construyendo de media algo más de 100.000 viviendas de obra nueva, por lo que estamos realmente muy lejos de las necesidades de creación de nuevos hogares. Y esa mayor demanda que oferta tiene una fórmula muy evidente en el mercado: mayores subidas de precios.
El contexto es muy claro: faltan viviendas disponibles en todos los segmentos y tipologías, desde el alquiler a la compra, en obra nueva, para reformar y segunda mano, en periferia y centro, en zonas más económicas y más pujantes. En España no hay casas y el problema no es de hoy, ni se va a solucionar fácilmente, ni en un día.

Los precios no han alcanzado todavía los récords alcanzados en la conocida crisis del año 2008, por lo que no hemos tocado techo según los analistas experimentados en el sector inmobiliario.
Por el momento las administraciones públicas debaten acaloradamente sobre la vivienda y sobre las ayudas a determinados colectivos como el alquiler joven o social, sin embargo, la respuesta del mercado a determinadas intervenciones no es sencilla ni directa en un entorno tan tensionado.
La última polémica sobre el bono de alquiler joven a los inmuebles arrendados por 600€ es una muestra más de lo complicado del momento, porque apenas existen viviendas que hoy tengan ese precio de alquiler. Por lo que la medida buscaba unos objetivos que no son reales ni tangibles en la gran mayoría de los casos.

Hoy el panorama inmobiliario es complicado para todos:
- Inquilinos, no encuentran casas disponibles y los precios han subido
- Arrendatarios, inestabilidad legal y fiscal
- Promotoras, sin suelos, subidas de costes, burocracias largas
- Potenciales propietarios, no encuentran casas disponibles y los precios han subido
La crisis habitacional inédita es un verdadero desafío para todo el sector y toda la cadena completa, con un mayor esfuerzo económico para todas las partes, y que en última instancia repercute en todos de forma ineludible.
Hay quien habla de un problema estructural de nuestra sociedad, de un desajuste ‘histórico’ llegan a calificar, sin embargo, en los últimos años todos hablan de vivienda y sólo el sector privado construye casas arriesgando su dinero y su negocio.
Las administraciones ni siquiera están agilizando de forma especial los trámites, burocracias y papeleos que pudieran facilitar los proyectos ya presentados para que las promotoras y constructoras puedan avanzar más rápido y no tener paralizado ni su capital ni las casas durante los meses y años que tarda una licencia municipal en concederse.