El Banco de España alerta que no hay suficiente stock para la demanda actual. Un desequilibrio que tensiona (aún más) los precios y que evita que caigan. Los futuros compradores encontrarán un mercado desabastecido.
La vivienda de obra nueva sufre varios bucles, o ‘la pescadilla que se muerde la cola’, porque ante la baja oferta crece la demanda que se acumula sin satisfacer sus necesidades, y ante la alta demanda no bajan los precios.
La escasez de viviendas se incrementa incluso y según las previsiones de entidades como el Banco de España, no enfrentamos a ‘un cuello de botella’ que evita que los precios de las casas dejen de subir.
Un estrangulamiento del mercado inmobiliario que plantea sorpresas, ya que la gente quiere comprarse una vivienda, incluso tras los endurecimientos de las condiciones financieras, pero la gran sorpresa es que no hay casas para poder comprarlas. Sorpresa porque tras la generalizada subida de precios por la inflación, lo lógico que debería haber experimentado el mercado habría sido una contención de la demanda, pero nada más lejos.
Los compradores están decididos a comprarse ya su casa nueva, salvo, eso sí, que no encuentren esa casa para poder adquirirla. Éste es el gran hándicap para la mayoría de familias que tienen decidida la inversión de una nueva casa: no hay casas disponibles a la venta, menos aún de nueva construcción.
Según el Banco de España, hay varios factores que provocan ese estrangulamiento de la demanda y la oferta de vivienda nueva:
+ Costes de construcción
+ Presión demográfica
+ Demanda
- Mano de obra cualificada
Según el supervisor financiero español, faltan unas 100.000 viviendas solo para este año 2023. Precisamente, la vivienda es uno de los sectores más dependientes de la financiación, y tras las subidas de tipos de interés y el encarecimiento en el precio del dinero prestado, se esperaba contener esa demanda tácita y latente de viviendas, pero el mercado no ha síntomas ni muestra intenciones de hacerlo.
De hecho, incluso tras esos endurecimientos monetarios, la vivienda tampoco da visos de contener sus precios, a lo que el Banco de España argumenta que los precios no bajarán precisamente por el enorme desequilibrio existente entre oferta y demanda.
"Las preferencias de las familias de antes de la pandemia y más después de ella se orientan hacia la vivienda unifamiliar", según Lucio San Juan del área de Análisis de la Situación Económica del Banco de España. Por lo que, en gran medida, la situación generada en el mercado de obra nueva, no es flor de un día, si no que es consecuencia de muchos factores.
Quizá por eso, la persistencia y fortaleza que está demostrando el inmueble de nueva construcción es tan evidente, porque no se trata de un tema puntual ni coyuntural, ni el rebote de otro efecto. Al contrario, varias condicionantes han provocado esta circunstancia y por eso está tan estable y duradera.
Otra petición del Banco de España es la agilización de los terrenos para lograr que el suelo para vivienda sea más barato. Así de sencillo: “revisar los procedimientos de gestión del suelo urbanizable”.
Evidentemente la escasez viene provocada por el reducido número de obras de construcción en marcha, lo que a su vez desencadena que las únicas viviendas nuevas sin vender, no coinciden con las premisas que buscan las familias compradoras como una buena ubicación, un mayor tamaño, criterios y sistemas de eficiencia energética o disponer de áreas de exteriores.