La lucha al plástico es una realidad social y empresarial, y en todo el planeta encontramos iniciativas e innovaciones para avanzar en su erradicación. Lo que sin duda es el mayor impedimento en hacer desaparecer al plástico es su precio muy competitivo.
Todos hemos vivido el encarecimiento de algunos productos al hacer desaparecer soportes plásticos. Por ejemplo, muchas máquinas expendedoras de café al sustituir el vaso de plástico por otro de cartón se ha encarecido de media 0,05€ su precio. Es insignificante, pero a escala individual para las grandes compañías sustituir una bolsa de plástico por otro material hace tambalear las cuentas.
Tanto desde el punto de vista sostenible como desde el económico, existe un creciente interés por buscar materiales biodegradables y baratos a gran escala, como el concurso lanzado por la consultora americana Ideo para encontrar soluciones alternativas a la bolsa de plástico de un solo uso tradicional.
Por otra parte, en esta lucha contra el plástico han entrado a sumarse muchas administraciones, y alguna bajo el método de impuesto directo a las compañías que utilicen plásticos de un único uso de forma habitual. En España ya conocemos el anteproyecto de un nuevo impuesto para los cubiertos y envases de plástico de un solo uso.
Fuentes: Cinco Días, Reason Why.
